Hoy, como cada 16 de septiembre, en toda la Argentina conmemoramos la Noche de los Lápices, un hecho emblemático de la última dictadura cívico militar.
Ese día de 1976, un grupo de estudiantes secundarios fue secuestrado en La Plata por reclamar el boleto estudiantil.
El suceso quedó marcado en la historia nacional como una herida abierta en la memoria colectiva y como un recordatorio del compromiso de los estudiantes secundarios con la defensa de sus derechos.
La fecha fue incorporada al calendario escolar, mediante la Ley 10.671, como el Día Nacional de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, con el objetivo de promover la reflexión y mantener viva la memoria de quienes fueron víctimas de la represión estatal.
La noche del 16 de septiembre de 1976, fuerzas de la Policía Bonaerense bajo el mando del general Ramón Camps secuestraron en La Plata a un grupo de diez de jóvenes de entre 16 y 18 años que habían participado en reclamos por el boleto estudiantil gratuito.
Fueron trasladados a distintos centros clandestinos de detención, donde los torturaron. Solo cuatro sobrevivieron, como Pablo Díaz, cuyo testimonio en el Juicio a las Juntas de 1985 permitió visibilizar lo sucedido.
