SINDICATO DE TRABAJADORES MUNICIPALES DE OLAVARRÍA

LUCHAR PARA QUE LA LEY DE TALLES SE CUMPLA

La sanción y puesta en vigencia de la Ley de Talles significó un gran avance muy celebrado. Sin embargo, el paso del tiempo y las recorridas para constatar el cumplimiento de la normativa no trae tan buenas noticias.

En Olavarría como en otros puntos del país, falta mucho camino por recorrer. Faltan talles, faltan medidas concretas que nos incluyan a todxs a la hora de poder vestirnos como queremos.

En ese sentido, Victoria Altavista, dirigente trans, militante y titular del Espacio de Diversidad Sexual y Disidencias del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría invitó a la reflexión, a la comprensión y a generar campañas de concientización para lograr cambios profundos y perdurables.

“En las redes del Espacio y en las mías personales he recibido muchos mensajes privados de personas que denuncian que la Ley de Talles no se cumple en muchísimos lugares. El que más me conmovió fue el de dos personas que fueron a buscar un vestido y la persona que las atendió lo hizo de mala manera y le dijo no te lo pruebes porque sos gorda. Bueno, la amiga de la chica me contactó para contarme la situación que les había tocado vivir”, comentó Victoria.

Entonces dijo que “a partir de ese momento entendí que es muy necesario volver a la carga y hacer hincapié nuevamente en la necesidad de que la Ley de Talles funcione efectivamente. Nosotrxs, tanto desde el Espacio como desde el Sindicato, hemos militado para que esta ley se sancione, pero entiendo que no tiene mucho sentido una ley si después en la realidad no se cumple, o se cumple en pocos casos”.

Luego se preocupó por destacar a todos los locales “que sí se ajustan a la Ley, que sí tienen talles reales cuando una llega a probarse. Propietarios de comercios y empleadas y empleados con muy buena onda y predisposición, que te hacen sentir bárbaro desde el momento que entrás”.

En el mismo sentido argumentó que “la mayoría de las veces, en los locales que no cumplen, nos encontramos en realidad que el problema de origen es el de las marcas que trabajan. Porque esa marcas, esa gran porción de la industria, se sigue manejando con talles totalmente irreales, que dejan a muchísima gente afuera, discriminada”.

También pidió la incorporación generalizada en vidrieras de maniquíes con cuerpos diversos, “que nos permitan vernos reflejados y reflejadas, y que saquen definitivamente a la sociedad de esa idea fija del cuerpo de belleza estereotipada, cuerpos híper flacos, estilizados, que responden a un canon impuesto y que tanto daño hace”.

“La pregunta es, ¿el talle único es un talle que abarca a todos los cuerpos o a un solo cuerpo? Y también es un tema que debería resolver la industria porque te encontrás que un XL no es lo mismo de una marca que otra, y muchas veces hay grandes diferencias”.

La situación genera angustia en mucha gente, especialmente en adolescentes que se topan con estas barreras infranqueables.

Entre quienes me escriben he tenido comentarios del tipo “no me queda otra que vestir a mi hija de 15 años como si fuese una mujer adulta. O como el de personas con cuerpos reales yendo a comprarse un jean y largarse a llorar de la emoción por encontrar su talle en algún lado”.

Victoria pide “dejar de naturalizar cosas que todas sabemos que pasa, pero que no deberían pasar. Porque precisamente para esto fue ideada y sancionada esta Ley”.

“No todas las mujeres pueden ir a la modista y hacerse el vestido que quieran a medida”, dijo y también se mostró partidaria de que “todas las modistas deberían abrazar también la Ley de Talles y confeccionar indumentaria para todo tipo de cuerpos”.

Esa exclusión que sufrimos es similar a la que vivimos en cuanto a nuestras identidades de género. Da indignación, da frustración y sobre todo de mucho dolor que te quieran imponer que vos no sos parte, que vos estás afuera, que vos no sos normal. Es terrible y yo no voy a dejar de luchar para cambiarlo”.

“Todxs somos partes. No hay un solo cuerpo. Hay millones de cuerpos. No hay un tipo de belleza, hay miles”, definió.

Y en el final de la charla dejó otro pedido especial. “Que el Estado asuma la responsabilidad del control para que la normativa se cumpla y para que la Ley de Talles no sea una ley muerta”.