SINDICATO DE TRABAJADORES MUNICIPALES DE OLAVARRÍA

COCA PRESTIPINO: NACIDA PARA LA POLÍTICA Y LA LUCHA GREMIAL

Cuando se piensan posibles notas para el portal del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría, su nombre surge en forma natural, espontánea. Se llama Concepción María Prestipino, pero de entrada hace el primer pedido: “Poneme Coca, yo soy Coca”.
Desde hace cuatro años es la presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados Municipales. Con una personalidad vehemente, habla, se apasiona, gestualiza, se ríe, se enoja, recuerda y sobre todo proyecta. Siempre tiene algo por hacer, para conseguir. Especialmente para los demás.
Durante 30 años fue empleada municipal con un amplio recorrido. Ingresó como Preceptora del Hogar Sarciat en la gestión de Carlos Víctor Portarrieu. Una etapa de la que guarda anécdotas memorables y muchísimo cariño por aquellos chicos a los que contuvo y la emocionan aún hoy cada vez que los vuelve a cruzar.
Luego vino un paso por el Museo Dámaso Arce y  en 1983, con el retorno democrático y el triunfo de Helios Eseverri,  pasó a Salud Pública con el doctor Ruiz Moreno, uno de los grandes jefes que recuerda, tal vez el mejor junto a Andrés Ferro.
En el ‘87 se mudó a la Secretaría de Gobierno y desde allí la derivaron luego a la Dirección de Transporte. Hasta que en 1991, con la salida de Juan Manuel García Blanco y el regreso de Eseverri, le llegó un nuevo cambio, ahora a Turismo.
Más adelante fue designada en Control Urbano y el último cambio fue a la Terminal de Omnibus, donde trabajó 14 años hasta su jubilación.
Las gestiones ante el IPS para poder cobrar una deuda de larga data del organismo la cruzó con el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría, José Salvador Stuppia. “Él consiguió destrabar ese cobro y en esa reunión nos invitó a formar el Centro de Jubilados y Pensionados dentro del Sindicato. Una compañera se levantó y dijo ‘si se forma el Centro, la presidenta tiene que ser la Coca’. A todos les pareció bien y bueno… Acá estoy”, se ríe.
En 2019 se realizó la asamblea formal, fue ratificada en el cargo y allí arrancó la historia más reciente, de pleno crecimiento para el Centro. Enseguida llegó la pandemia, de gran impacto.  Por eso son tan valorados los 200 socios actuales que el Centro sumó en tiempos tan difíciles.
Los beneficios son múltiples: atención gratuita en la Asociación Mutual Para Olavarría, importantes descuentos en la Cooperativa Obrera, beneficios con profesionales y comercios gestionados por el Centro.
Viajes a costos rebajados, colonia de vacaciones en el Complejo Sindical Recreativo del STMO, festejos por el Día de la Mujer, Día del Jubilado y otras celebraciones, clases de folklore y más actividades en marcha.
Pero Coca siempre quiere más. Hoy está pensando en sumar nuevos talleres de otras disciplinas y actividades, además del proyecto a mediano plazo de construir una oficina más amplia y cómoda en la sede gremial de calle Rivadavia.
Su espíritu militante y solidario no descansa. “Toda mi vida estuve en política, siempre en el peronismo”
En 2020 tuvo el orgullo de ganar el premio Dina Pontoni, un justo reconocimiento a tanto trabajo y trayectoria.
Le encantan la política y la actividad gremial. “Nací para eso. Eso sí, siempre en la defensa  de la clase obrera, no con la patronal”, aclara como si fuese necesario.  “Y nunca para defender lo indefendible, sino las causas justas”.

Cuando se piensan posibles notas para el portal del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría, su nombre surge en forma natural, espontánea. Se llama Concepción María Prestipino, pero de entrada hace el primer pedido: “Poneme Coca, yo soy Coca”.

Desde hace cuatro años es la presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados Municipales. Con una personalidad vehemente, habla, se apasiona, gestualiza, se ríe, se enoja, recuerda y sobre todo proyecta. Siempre tiene algo por hacer, para conseguir. Especialmente para los demás.

Durante 30 años fue empleada municipal con un amplio recorrido. Ingresó como Preceptora del Hogar Sarciat en la gestión de Carlos Víctor Portarrieu. Una etapa de la que guarda anécdotas memorables y muchísimo cariño por aquellos chicos a los que contuvo y la emocionan aún hoy cada vez que los vuelve a cruzar.

Luego vino un paso por el Museo Dámaso Arce y  en 1983, con el retorno democrático y el triunfo de Helios Eseverri,  pasó a Salud Pública con el doctor Ruiz Moreno, uno de los grandes jefes que recuerda, tal vez el mejor junto a Andrés Ferro.

En el ‘87 se mudó a la Secretaría de Gobierno y desde allí la derivaron luego a la Dirección de Transporte. Hasta que en 1991, con la salida de Juan Manuel García Blanco y el regreso de Eseverri, le llegó un nuevo cambio, ahora a Turismo.

Más adelante fue designada en Control Urbano y el último cambio fue a la Terminal de Omnibus, donde trabajó 14 años hasta su jubilación.

Las gestiones ante el IPS para poder cobrar una deuda de larga data del organismo la cruzó con el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría, José Salvador Stuppia. “Él consiguió destrabar ese cobro y en esa reunión nos invitó a formar el Centro de Jubilados y Pensionados dentro del Sindicato. Una compañera se levantó y dijo ‘si se forma el Centro, la presidenta tiene que ser la Coca’. A todos les pareció bien y bueno… Acá estoy”, se ríe.

En 2019 se realizó la asamblea formal, fue ratificada en el cargo y allí arrancó la historia más reciente, de pleno crecimiento para el Centro. Enseguida llegó la pandemia, de gran impacto.  Por eso son tan valorados los 200 socios actuales que el Centro sumó en tiempos tan difíciles.

Los beneficios son múltiples: atención gratuita en la Asociación Mutual Para Olavarría, importantes descuentos en la Cooperativa Obrera, beneficios con profesionales y comercios gestionados por el Centro.

Viajes a costos rebajados, colonia de vacaciones en el Complejo Sindical Recreativo del STMO, festejos por el Día de la Mujer, Día del Jubilado y otras celebraciones, clases de folklore y más actividades en marcha.

Pero Coca siempre quiere más. Hoy está pensando en sumar nuevos talleres de otras disciplinas y actividades, además del proyecto a mediano plazo de construir una oficina más amplia y cómoda en la sede gremial de calle Rivadavia.

Su espíritu militante y solidario no descansa. “Toda mi vida estuve en política, siempre en el peronismo”

En 2020 tuvo el orgullo de ganar el premio Dina Pontoni, un justo reconocimiento a tanto trabajo y trayectoria.

Le encantan la política y la actividad gremial. “Nací para eso. Eso sí, siempre en la defensa  de la clase obrera, no con la patronal”, aclara como si fuese necesario.  “Y nunca para defender lo indefendible, sino las causas justas”.